Siempre robando.

febrero 28, 2017

«El antimadridismo es el precio que hay que pagar por tener más Ligas y más Copas de Europa que nadie»

Santiago Bernabéu de Yeste

 

Después de 42 años viendo fútbol, aún me asombran cosas. Por ejemplo, que somos el único club del mundo que puede ganar gracias al árbitro en un partido en el que éste le perjudica claramente. El Real Madrid gozó de un penalty a favor que no debió ser pitado, pues el balón viene de un rebote en un defensa. Pero el árbitro interpretó que el defensa podía haber evitado ese contacto y señaló el penalty. La secuencia de imágenes demuestra que cuando el balón rebota, el defensa tiene los brazos caídos, y los levanta en un acto reflejo, momento en el que el balón golpea en su mano. El golpeo es evidente, la intencionalidad es subjetiva. El árbitro decretó penalty y quizá se equivocó a favor del Madrid  . El gol supuso el empate del Real Madrid; que no mucho antes perdía 2-0. Al final el Madrid marcó un tercer gol y ganó el partido. De los tres goles, quizá uno no debió subir al marcador, incluso también es mucho suponer que un penalty garantiza un gol. Preguntad por el Calderón si es así…

Tras ese error, el defensa del Barcelona Gerard Piqué se apresuró a poner un tweet asegurando que los árbitros se equivocan a favor del Madrid. Luego el presidente del Villarreal, Fernando Roig ahondó en la misma idea, indicando además que había visto salir al árbitro del vesturario con bolsas con el escudo del Madrid (le dio corte asegurar que asomaban billetes de 500 €). Rápidamente desde el programa de la Cadena COPE «El Partidazo» que dirige Juanma Castaño avisan al reconocido culé Toni Freixa de ese suceso, avisando también a Piqué. Ignoro con qué intenciones lo hacen, pero tiene pinta que estamos ante bomberos pirómanos.

Poco después se demuestra que no era el árbitro quien llevaba esa bolsa, sino un delegado de la Federación. Que la bolsa contenía unos bolígrafos y unos llaveros, es decir, que su valor debía ser de, como mucho, 30 €. Además se conoció que la mayoría de los equipos hacen obsequios a árbitros y rivales, tanto en los partidos de casa como en los que juegan fuera. Por ejemplo FC Barcelona o Espanyol siempre lo hacen.

Pero da igual, el daño ya está hecho. Difamar al Madrid es gratis.  Diego Simeone, ese ejemplo de deportista,  ya anunció que la liga pasada sería para el Real Madrid «por decreto». La ganó el Barça. ¿Ha pedido perdón Simeone? No hace falta. Como lo es reírse de él (o intentarlo). Cuando el Celta nos apeó de la Copa del Rey Freixa, en un alarde de ingenio, tuiteó «El triplete son los padres», o Piqué dijo que Arbeloa era un conocido. Parece que tener el mejor palmarés obliga a tener que soportar cualquier cosa por parte de los que lo tienen peor, por mucho que últimamente hayan ganado más cosas.

Y cuando los árbitros yerran pasa igual. Si es a favor del Madrid se monta la de Dios es Cristo, mientras que cuando es en nuestra contra nadie dice nada. Sin ir más lejos, los dos goles del Villarreal fueron precedidos de irregularidades: mano en el primero y orsay en el segundo. Dichas jugadas no se repitieron hasta el hastío, ni ningún jugador de la plantilla clamó por la injusticia, ni ningún medio de comunicación nos animó a hacerlo.

El pasado fin de semana se disputó la Copa del Rey de baloncesto. En el primer partido ante Andorra, Llull cometió campo atrás. Nadie lo vio en directo. Tras esa infracción y quedando pocos segundos, Randolph mete un triple que fuerza la prórroga. En la prórroga ganó el Madrid. Tras ello, todas las aficiones inaguran un nuevo cántico «Era campo atrás», y lo cantan incluso en la MiniCopa en la que jugaban niños de 13 y 14 años con la camiseta del Madrid. Hay que ser mezquino. En la final, el error arbitral más evidente fue conceder a Valencia un triple con la posesión agotada contra el Madrid. Nadie habló de ese triple, subió al marcador y el partido siguió. Como debe ser, pero ¡ay si es al revés!

En resumen, si un árbitro no quiere líos y duda en una jugada, más le vale equivocarse contra el Madrid. Si lo hace a favor, como le ocurrió a Tristante Oliva tras aquella llave de Marchena  a Raúl, igual tiene que retirarse por la presión mediática. Si lo hace en contra, como Gracia Redondo en Tenerife, tendrá trabajo en una emisora como experto arbitral.


Villarreal 2 – Real Madrid 3. El Madrid siempre vuelve.

febrero 26, 2017
Por ahí entró el tercer gol

Por ahí entró el tercer gol.

1 NAVAS

2 CARVAJAL       3 PEPE      4 RAMOS     12 MARCELO

14 CASEMIRO

19 MODRIC        8 KROOS

11 BALE     9 BENZEMA    7 RONALDO

  • 22 ISCO X 14
  • 21 MORATA X 9
  • 17 VÁZQUEZ X 11

A las 21:45 de la noche el Madrid perdía 2-0. El Villarreal es el equipo menos goleado de la liga, y había que meterle 3 goles en poco más de media hora para levantar este partido. El FC Barcelona había ganado en el Estadio Vicente Calderón y era líder provisional de la liga. La primera hora del partido no invitaba al optimismo, pero apareció la resistencia a la derrota que nos ha hecho famosos. A estas horas, el Madrid vuelve a ser líder pese a tener un partido menos.

Volvió a salir al campo el XI inicial de la final de Lisboa. A mí la BBC me da una pereza morrocotuda: perdemos control en los partidos cuando están juntos los tres de arriba. Antes se compensaba con la pegada que ofrecían los tres delanteros, pero ahora quitan más cosas que dan. No pueden jugar los tres juntos, el precio es demasiado alto.

No pasó gran cosa en el primer tiempo. Bueno, sí, una jugada fue decisiva. Benzema remata y Asenjo se hace daño al despejar, teniendo que ser sustituido. Se iba el Zamora de la liga y salía un portero que no ha jugado ni un minuto. A la postre, esa fue una de las claves.

Al poco de volver de la caseta marcó dos veces el Villarreal. La primera cuando Trigueros cazó un balón muerto en el área del Madrid y fusiló desde cerca. Pensé que con 1-o en contra sería imposible ganar, y en eso pensaba cuando Bakambu marcó el segundo en un error grosero de Ramos, aunque parece que el delantero aurinegro partió en posición incorrecta. 2-0 en contra y la sensación de que el cielo caería sobre nuestras cabezas.

Zidane sacó a Isco por Casemiro, colocando un doble pivote con Kroos y Modric y el malagueño de enganche. Isco tuvo el don de la ubicuidad y dirigió el ataque del Madrid, otorgando velocidad y pausa según conviniese al juego. Una volea de Ronaldo que se estrelló con violencia en el poste desató la tormenta blanca. Poco después abrió Isco para Carvajal, el lateral centra y Bale remata de cabeza el primer gol. El milagro empezaba a parecer posible. Kroos dispara y el balón, de rebote, pega en la mano de Bruno. Penalty discutible, sí; pero el árbitro lo sancionó sin dudar. Marcó Ronaldo el empate y no pasó mucho tiempo cuando Marcelo metió una banana desde la izquierda que Morata remató bastante mal, a los pies del portero, pero como éste andaba con el tembleque el balón entró. En ese momento la sensación era que si el Madrid necesitase meter otros dos, lo conseguiría sin dudarlo. Cuestión de fe en la victoria. Cuestión de resistencia a la derrota.

 


Valencia 2 – Real Madrid 1 – No hay meritocracia

febrero 24, 2017

1 NAVAS

2 CARVAJAL           4 VARANE          5 RAMOS          12 MARCELO

14 CASEMIRO

19 MODRIC            8 KROOS

10 JAMES           9 BENZEMA         7 RONALDO

11 BALE X 10

6 NACHO X 4

17 VÁZQUEZ X 19

Parecía que con Zidane el tema iba a ser distinto. De hecho, el año pasado lo fue alguna vez; pero el partido de Valencia nos demuestra la cruda realidad otra vez: las alineaciones no dependen del rendimiento deportivo. Varane no está en forma, y cuando ha faltado Nacho ha cubierto con garantías su puesto. En Valencia el titular fue el francés y un error grosero suyo nos costó el segundo gol, quizá el más grave. El primero es un golazo, sí, que llega en el 4′ después de que el Madrid ya hubiese pisado el área rival, pero el segundo es un mazazo.
Otro protagonista del segundo goles Navas. Es un tiro parable, como tantos que ha encajado este curso. Pero Kiko Casilla no va a ser titular a menos que el tico se lesione. Y en la zona de arriba pasa algo parecido. James salió desde el inicio después de que Isco diese dos pases del gol ante el Espanyol.  Benzema salió pese al gol de Morata ante el Espanyol. No sabemos si con Casilla, Nacho, Isco y Morata de inicio el resultado hubiese sido otro, pero en ese caso nadie podría decir que no juegan los que mejor están.

Con los que juegan pasa igual. Ronaldo no rota así se acabe el mundo; y que el primer cambio sería Bale estaba claro, fuese como fuese el partido. El Madrid estuvo intenso, le echó ganas, pero le faltaron fútbol e ideas para empatar. El único recurso de ataque eran centros laterales de Carvajal y Marcelo – así llegó el gol, ilusionante por ser en el 44′. Ni los golpes francos ni los corners se aprovecharon. Casi todas nuestras jugadas las resolvían Garay y Mangala sin apenas esfuerzo. Desde el banquillo, Voro mejoró a su equipo con cada cambio, mientras Zidane lo empeoraba.

La situación no es grave, pues seguimos con un partido menos y con un punto de ventaja. La sensación es de haber perdido una gran ocasión para coger distancia. Más grave será si el equipo vuelve a jugar con la BBC. En tal caso, adiós al equilibrio del centro del campo. Antes se compensaba con la pegada que aseguraba la presencia d elos tres delanteros, ahora ni eso.


Gol de Kaká al Valencia

febrero 22, 2017

Hoy visitamos Mestalla, escenario de nuestras dos últimas victorias en Copa del Rey. También en este estadio fue donde Kaká hizo esta maravilla el Domingo de Resurrección de 2010.


Real Madrid 2 – Espanyol 0. Vinieron de visita

febrero 20, 2017

13 CASILLA

2 CARVAJAL       3 PEPE      4 VARANE      6 NACHO

8 KROOS

16 KOVACIC       22 ISCO

17 VÁZQUEZ     21 MORATA     7 RONALDO

14 CASEMIRO X 16

11 BALE X 21

12 MARCELO X 6

 

 

Nos visitó el sábado el equipo con menos mordiente de los que han acudido al Bernabéu. Como muestra un botón: en el minuto 75′ Quique S. Flores ordena un cambio cuando perdía 1 a 0. El jugador que iba a ser sustituído abandonó el campo ¡caminando! Sin prisa alguna, como dando por buena la derrota por solo un gol. Ni su entrenador ni ningún otro miembro de su cuerpo técnico le afearon la conducta ni le dijeron que corriese. Todos parecían de acuerdo en el plan: perder por poco.

Con estos mimbres, al Madrid le salió un partido cómodo. En el XI hubo hasta 7 teóricos suplentes, si bien Zidane ha conseguido que todos se sientan importantes. Isco volvió a reivindicarse dando dos pases de gol, aunque debe hacerlo en noches de alto voltaje para convencer a los mandamases del club. Claro que, para eso tendría que estar sobre el césped en noches así; de momento, en los partidos de alta alcurnia sólo ha sido titular en el Calderón.

El primer gol lo marcó Morata, que es un delantero válido para recibir al Espanyol, claro. Cabezazo inapelable ante el que nada pudo hacer el entrañable Diego López. Con ese único gol transcuría la tarde en La Castellana, plomiza, con Guille pidiendo la Nintendo porque el partido no daba más de sí. Hubo detalles, sí. De esas suertes por los que pagas una entrada: un sombrero de Isco, una elástica de Ronaldo… Pero el Madrid siguió con un problema que me preocupa: no cerramos los partidos. No hace mucho, este partido iría 3-0 al descanso y no sufriríamos al final. Esta tarde no se ha cerrado hasta que no ha reaparecido Bale. El galés salió por Morata en lo que puede ser una declaración de intenciones: Ronaldo pasó al centro y Bale jugó donde ha de hacerlo el 11, pegado a la línea de cal izquierda. Salió con apenas 15′ pero tuvo dio una de esas galopadas que nos ilusionan. Por la izquierda, claro.


Real Madrid 3 – SSC Napoli 1. Las noches de luna.

febrero 16, 2017
Benzema On Fire

Benzema On Fire

1 NAVAS

2 CARVAJAL       4 RAMOS     5 VARANE      12 MARCELO

14 CASEMIRO

19 MODRIC       8 KROOS

10 JAMES             9 BENZEMA     7 RONALDO

3 PEPE X 4

17 VÁZQUEZ X 10

21 MORATA X 9

El partido empezó de la peor forma posible: con un gol en contra en el minuto 4. Con esto de que los goles en campo contrario cuentan más, encajar un gol cuando al ida es en casa es una tragedia. Y encima fue con una cantada del portero, que no estaba bien colocado ante el lejano tiro de Insigne. Ya nos pasó en 2013 contra el Man Utd. y nos costó sangre pasar la eliminatoria. Poco antes Benzema había fallado la primera ocasión de que dispuso. Igualito es el 1-0 que el 0-1. Cuando marcó el Napoles los terroni salieron como setas en la grada, abrazándose y gritando. Menos mal que tenemos una frase para estos casos que es marca registrada: Noventa Minuti y todo eso. El Madrid se puso en modo intenso y no hay rival que se nos resista en estas noches invernales de preciosa luna.

Cuentan que cuando Curro Romero escupía en su pulgar y se lo llevaba a la montera, era el anuncio de que venía faena grande. Esta noche neustros jugadores podían haber hecho lo mismo, porque se les vio metidos en el partido, mucho más que otras veces. James o Benzema fueron los mejores ejemplos: hay ratos que parecen desconectados pero hoy, a su archidemostrada categoría, añadieron esfuerzo. En el Bernabéu la clase se te supone, así que si quieres triunfar más vale que te esfuerces. Me preocupa, no obstante, la falta de gol de nuestra delantera. Hoy Ronaldo no mojó, y Benzema lo hizo pero fallo varias ocasiones claras. Desde Navidades, los centrocampistas y los defensas están aportantdo goles: hoy marcaron Kroos y Casemiro, como en Pamplona lo hizo Isco o ante la Real Kovacic. Espero ansioso la vuelta de Gareth Bale, quien creo que es ahora mismo el delantero más fiable del equipo.

Tras el temprano gol napolitano, el Madrid se lanzó de cabeza al empate. Llegó tras un brillante centro de Carvajal, con el exterior de su bota derecha, que Benzemá embocó a la red. Cuando Karim marcó, corrió a la red, cogió el balón y corrió gritando para colocarlo en el centro del campo. Tenía prisa por sacar, por seguir jugando. Benzema estaba on fire. Hacía mucho que no estaba en ese estado. Antes del descanso tuvimos otra gran ocasión de gol: Ronaldo habilita a Benzema y el francés da un toque como de billar. El balón, con efecto, buscó la red pero se dio con el palo en su camino. Una pena, corría el 42′ y era un gol psicológico. Con empate llegamos al descanso, y sonreí al recordar que ahora atacarímaos en la portería de los goles.

Salimos del vestuario con ganas de arrreglar la noche. Ronaldo demostró en el 49′ que a veces también sabe parar en lugar de correr y centrar en lugar de chutar. Habilitó a Toni Kroos un fenomenal tiro que el alemán convirtió en el segundo gol. Gran golpeo, hermano gemelo de los que marcó al Rayo o al Celta. El Bernabéu  rugía como en las grandes noches. Poco después llegó el éxtasis, cuando Casemiro convirtió el tercero tras fenomenal volea que sorprendió al entrañable Pepe Reina. Este gol consagra al medio centro brasileño como un referente del equipo en los próximos 8 ó 10 años. Ya no hubo más goles; el Madrid se echó atrás buscando rematar la eliminatoria en alguna contra y el Napoles se estiró un poco, pero apenas gozó de alguna ocasión de gol

Tal y como había empezado el partido, el resultado es bueno. Hubiese sido mejor meter el cuarto, claro, pero también pudo llegar un segundo gol napolitano. Habrá que trabajar en la vuelta, sí, pero la eliminatoria está de cara.

 


Osasuna 1 – Real Madrid 3. Experimentando

febrero 12, 2017
Isco, que dio un pase a la red

Isco, que dio un pase a la red

1 NAVAS

23 DANILO      4 RAMOS      5 VARANE     6 NACHO    12 MARCELO

22 ISCO              14 CASEMIRO             19 MODRIC

7 RONALDO     9 BENZEMA

10 JAMES X 23

17 VÁZQUEZ X 9

16 KOVACIC X 22

Jugaban primero contra último, lo que a priori pinta a victoria fácil. No fue así, para nada. En el campo de Osasuna es uno de los sitios del mundo donde menos quieren al Real Madrid. Además, el frío reinante y el curioso estado del césped hacían que el partero fuese incómodo desde el principio. Zidane volvió a experimentar con el 5-3-2 y no podemos decir que fuese una buena idea, pues cuando volvimos al tradicional 4-4-2 el equipo mejoró notablemente.  Es curioso que con defensa de 5 y Casemiro como ancla, encajemos un gol como el de esta noche, en el que tras error de Danilo – one more time – todo el equipo andaba descolocado.

Volvían Modric y Marcelo tras sus lesiones musculares, y los dos parecían fuera de cacho. Isco era quien más pedía el balón, y bajaba hasta el centro del campo para intentar construir, lo que no termina de ser buena idea. Los arabescos del malagueño que tanto gustan a mi suegro son efectivos al borde del área, pero en la medular son pirotécnia. Casemiro subía a la media punta mientras Isco bajaba. El mundo al revés. Pero llegó el 0-1, tras un buen pase de Benzema que Ronaldo embocó a la red. El partido parecía controlado, pero nos empataron y con la X a cuestas llegarmos al descanso. Gracias sobre todo a Benzema, que falló un gol clamoroso con el portero navarro tendido sobre el césped.

Tras el descanso, Navas hizo la parada de la noche. Me temía un partido de ida y vuelta, pero Danilo se lesionó y su sustituto fue James. Quedó entonces un centro del campo en rombo con Casemiro – Modric – James e Isco. Mucho pelotero. Se pasaban la pelota deprisa y en cuantro entrara el gol el partido estaría dominado. Lo marcó Isco, que cruzó el balón que quedó muerto tras jugada embarullada de Benzema. Con 1-2 y el mencionado centro del campo, parecía imposible que el partido se escapase. Pero no llegaba el gol de la tranquilidad, y además el árbitro decidió no pitar penalty en ninguno de los dos agarrones evidentes sobre Ronaldo y Lucas Vázquez. Por cierto, el gallego que casi siempre hace todo bien esta noche lo hizo casi todo mal. Parece que, cuando se gana, nadie se acuerda de acciones como estas. En el descuento y con 1-2 Osasuna buscaba el milagro, pero lo que llegó fue la sentencia con un gol de Lucas Vázquez en su único toque brillante de la noche.


Gol de Higuain a Osasuna. 4 de mayo de 2008

febrero 10, 2017

Este gol define una de las mejores virtudes del Madrid: la obsesión por ganar.

En un escenario donde nos quieren realmente poco, con lluvia, con Cannavaro expulsado todo el segundo tiempo, con Heinze siendo atendido en la banda, es decir, 9 contra 11, el Madrid marcó en el 88. Podéis ver que ya entonces Sergio Ramos se arrancaba desde la defensa contra toda lógica, buscando el gol. Curioso también el abrazo entre Casillas y Robben, protagonistas de la final del Mundial dos años después.

Este gol de Higuaín nos hizo matemáticamente campeones de liga. La jornada siguiente el FC Barcelona visitaba el Bernabéu. Este gol provocó que el Barcelona hiciese pasillo.


La suspensión del Celta – Real Madrid

febrero 6, 2017

Vaya por delante que tengo al Celta entre los tres equipos de la liga – el mío aparte – que me despiertan simpatías, entre otras cosas por compartir patria con Siniestro Total. Pero la sensación que tengo hoy lunes es que los vigueses se han salido con la suy: el partido ha sido aplazado.

Al Madrid no sabemos si el aplazamiento le viene bien o mal. En teoría íbamos a jugar un partido ante un equipo plagado de suplentes, pero lo mismo hizo anoche el Alavés y marcó 4 goles en el Molinón, nunca se sabe como va a cumplir el equipo que saquen. Lo que es seguro es que el Madrid hubiese jugado sin Marcelo, Modric. Kroos ni Bale, y quizá cuando se juegue definitivamente sí que estén estos cuatro. Además, la noche de Vigo de febrero tenía pinta de desapacible. Campo embarrado, viento… Igual también tenemos mejores condiciones meteorológicas. Como las tuvimos en ese campo la tarde de mayo que perdimos definitivamente la liga, Ancelotti mediante y vestidos de naranja. ¿Veis como nunca se sabe? También es cierto que hubiésemos jugado el partido tras 7 días sin partido; y es muy improbable que volvamos a jugarlo en esas condiciones.

Pero lo que está claro es que al Celta le interesaba no jugar. Este partido, colocado entre sus dos semifinales de Copa, era un incómodo trámite. Y el alcalde decidió decir que no se jugaba. Un alcalde puede decir si se juega o no en ese campo, pero no puede aplazar un partido; mucho menos hacerlo 36 horas antes de empezar (eso es la primera vez que lo veo). El argumento de la seguridad es peregrino, pues no puede ser menor que el jueves, cuando Celta y Alavés jugaron bajo lluvia y viento la mencionada semifinal de Copa.

Según la reglamentación, el equipo local tiene que tener el campo en condiciones. Y Balaídos lo estaba. Podía jugarse a puerta cerrada; podía cerrarse esa grada – el Betis lleva todo el año con un fondo clausurado por obras – . Y podía buscarse otro estadio. Para eso tenía que haber voluntad, claro. Como no la había, como el equipo local no quería jugar, la liga debería haber aplicado la reglamentación: dar el partido por perdido al Celta por no tener el campo apto para jugar. Se nos llega la boca con lo de «mejor liga del mundo» y no es más que una chapuza en la que alguien ajeno a la competición puede cambiar el calendario cuando le plazca.

Y ahora los dirigentes de la liga ponen velas a los santos para que Celta y/o Real Madrid caigan pronto en su competición europea y así no jueguen el partido aplazado a mediados de mayo.

Imagino que ahora, cuando un equipo no quiera jugar un partido, basta con tirar dos pedradas a una uralita. Y ya jugaremos cuando nos venga mejor. Una pena que en el año 2000 el Barcelona no tuviese esa idea cuando decidió no presentarse a jugar la vuelta de semifinales de Copa. Aunque, como tampoco cumplió sanción alguna, tampoco creo que lo lamenten mucho.