Hace unos días se inaguró en el Bernabéu una exposición en homenaje a Ferenc Puskàs, uno de los mejores jugadores de nuestra historia. Puskàs marcó 4 goles en la final de Copa de Europa de 1960, considerada uno de los partidos más brillantes de la historia. No obstante, la BBC programó durante muchos años ese partido el día de Navidad, entendiéndolo como un homenaje al fútbol. Aquel partido acabó 7-3, y azares de la vida han querido que hoy se repitiese ese inusual marcador. Sepp Blatter, actual presidente de FIFA, era un niño cuando se jugó aquel partido, y ese día se hizo aficionado del Real Madrid. Todo ésto lo confesó en 2006, cuando el Real Madrid le condecoró con la insignia de oro y brillantes. Hay que ver, qué vueltas da la vida. 43 años después, el Madrid consiguió un 7-3 para homenajear al mejor partido del mejor equipo.
Hoy salió el Madrid con la delantera más esperada: Cristiano, Benzemá y Bale. En otro guiño al pasado, sus dorsales eran los de la delantera clásica: 7, 9 y 11. Entre los tres se repartieron todos los goles de la noche. Bale marcó los dos primeros, y además dio dos asistencias. Jugó hoy su primer partido completo y las conclusiones son varias: tiene un cañón en la zurda, corre que se las pela y aunque tiene algunas carencias técnicas (sus controles se van más de un metro) las compensa con un entusiasmo juvenil. Benzemá sigue con gradiente positivo, tras su aparición en el Nou Camp con el partido empezado. Puede ser el delantero ideal para jugar un pelín retrasado, con Bale y Ronaldo en las bandas entrando como aviones. Y Ronaldo, como siempre. Insaciable. Marcó tres goles. Es uno de los mejores jugadores del mundo, uno de los que hacen que el fútbol sea el deporte más popular del mundo. Uno de los que consiguen que la barriga de payasos como Blatter esté siempre llena de marisco y de ginebra. Ronaldo no va ganar el balón de oro, pero gana muchos de cuero por meter goles de tres en tres. En el fondo, cualquier futbolista prefiere uno de cuero a uno de oro.
Pero no sólo estuvieron en la delantera la buenas noticias. La mejor fue la vuelta de Alonso, jugador capital para nuestro equipo que llevaba cinco meses sin jugar. No sé si jugará él o Illarra, pero estoy convencido que el joven fichaje aprenderá un montón entrenando con su paisano. Isco también volvió al XI y lo hizo bien, aunque fue de más a menos y al final se le vio cansado. Modric jugó en su sitio la última media hora. Lo peor fue Arbeloa, que demostró otra vez ser lento como caballo del malo y tras una sonrojante carrera en el segundo gol, la grada le pitó insistentemente. Carvajal no tendrá difícil ocupar su sitio.
Fue un partido divertido, sin duda. Casi nadie recordará los múltiples errores del árbitro, que pitó tres penales de los que ninguno fue. Es lo que tiene una superioridad tan holgada.