Real Madrid 3 – Real Sociedad 0. Otra vez en ventaja

enero 30, 2017

1 NAVAS

23 DANILO        5 VARANE           4 RAMOS        6 NACHO

14 CASEMIRO

16 KOVACIC                  8 KROOS

17 VAZQUEZ      9 BENZEMA           7 RONALDO

  • 21 MORATA X 9
  • 22 ISCO X 16
  • 20 ASENSIO X 17

Tal y como había ido la jornada (empates de 3º y 4º y derrota de 2º clasificado) el partido del Bernabéu cobraba un interés especial, porque la victoria nos permitiría ampliar la ventaja a 4 puntos con el siguiente. No es cualquier cosa, menos si pensamos que tenemos un partido pendiente. Así que había que salir a tope y que la afición respaldase al equipo. Cuando anunciaron por megafonía la alineación local fueron pitados Danilo y Benzema. Mal empezamos, pensé. A veces me cansa compartir grada con tanto «entendido».

La primera media hora fue sosa como caldo de asilo. Cuando faltan Marcelo y Carvajal, la salida lateral del balón se resiente. Tampoco estaba Modric, que es quien lo saca por el carril central, así que andábamos heridos en los tres motores. Kovacic se empeñaba en conducir el balón hasta que lo perdía una y otra vez. Pero fue el croata quien abrió la lata, tras un buen pase de Cristiano. EL gol transmitió tranquilidad al equipo, que se notó dominador. Al filo del descanso, Canales y Juanmi enhebraron una buena jugada que no fue gol por poco. Gracias a ello nos fuimos al descanso en ventaja.

Al poco de la reanudación, los protagonistas del primer gol invirtieron sus papeles para fabricar el segundo. Buen pase de Kovacic y Ronaldo define con una vaselina de forma elegante. El 2-0 supuso viento en nuestra popa, más aún cuando Iñigo Martinez abandonó el campo por doble amarilla. Los tres puntos parecían seguros, y entonces el equipo comenzó a jugar mejor, más liberado. Con Isco y Morata se ganó en frescura y este último marcó un estupendo tercer gol, producto de un contrataque magistral en el que participaron Cristiano, Danilo y Vázquez. Además de los 3 que cayeron, hubo 2 goles más anulados por orsay. 

Después de una semana convulsa, eliminación de Copa incluída, el domingo por la noche teníamos motivos para volver a abrazar la Felizidane.


Real Celta 2 – Real Madrid 2. A un palmo.

enero 27, 2017

13 CASILLA

4 RAMOS      14 CASEMIRO     6 NACHO

23 DANILO    16 KOVACIC     8 KROOS      20 ASENSIO

22 ISCO

7 RONALDO     9 BENZEMA

En un partido perro y con todo en contra, el Madrid dio la cara. No debería ser noticia porque la entrega se nos supone y la resistencia a la derrota es nuestra divisa, pero hay veces que el equipo, ante un partido como este, se deja ir. Esta vez intentó pasar la eliminatoria hasta el final; y se quedó a un palmo de conseguirlo. No lo hizo por el desastroso resultado que traíamos del Bernabéu, pero fue un partido mucho mejor que los dos últimos.

Había que ir a Vigo a ganar sin Carvajal, Pepe, Varane, Marcelo, Modric, James ni Bale. Siete jugadores clave. A ver qué equipo aguanta ese envite. Zidane hizo de la necesidad virtud y colocó a Casemiro como central en una defensa de tres. Si sigue la evolución de Pirri o de Hierro, el brasileño acabará en el eje de la defensa y lo ocupará 10 años. A los lados Asensio y Danilo como carrileros largos y luego tres centrocampistas y dos delanteros. Y a por ellos. Oé

Salió bien el Madrid y rozó el gol, sobre todo en una ocasión en la que Cristiano tuvo dos palos en un segundo. A pase de Isco – en cada partido le da un pase de gol, pero como no los mete el malagueño no computa asistencia – remató de cabeza contra el larguero y después el balón casi le dio a él en el pie izquierdo, acabando otra vez en el poste. Una carambola, pero salió mal. Cuando pasa eso, hay que seguir intentándolo.

Hasta el 40′ dominó el Madrid, pero empezamos a dar muestras de flaqueza física al final del primer tiempo. Eso provocó un par de llegadas del Celta, y en el 42′, quizá en el peor momento, se produjo otra carambola: tiro, rebote en el portero, rebote en un defensa y esta vez cae en la portería. Danilo consiguió su segundo gol en propia puerta en Copa del Rey. Es imposible que Danilo sea tan malo como parece, pero sus actuaciones con nuestra elástica acabarían con la paciencia de Job.

En el descanso pensé que el gol sólo era relativamente molesto, porque seguíamos teniendo que meter dos. Si entraba el primero, habría opciones. La lluvia seguía siendo arte sobre Balaidos cuando Cristiano embocó un libre directo. El gol sonó a corneta del séptimo de caballería. Volvía el Madrid, el que lucha hasta el final. Nuestro juego era malo, nuestro delantero completaría una noche sin tirar a puerta… pero da igual. Kroos sacó un corner y lo colocó en la cabeza de Ramos, que a menos de un metro de la línea de gol… la echó fuera. Un remate inmensamente más fácil que tantos que ha convertido. Era el minuto 66, y ahí estuvo la clasificación. Nos miramos los madridistas perplejos de que el cántaro, a fuerza de ir a la fuente, se hubiese hecho añicos. Hubo tiempo para otro gol del Celta, que solo sirvió para que los mediocres de RAC 1 y otros seres inferiores diesen rienda suelta a sus más bajos instintos y otro de Vázquez, que solo sirvió para que los mediocres y los otros seres se hiciesen caquita encima, pues faltaba el descuento. En el descuento pensamos en el milagro, pero el balón cayó a Benzemá, que combinó con Danilo, y la eliminatoria se fue definitivamente por el desagüe.

Y los necios disfrutaros unos minutos, tanto tiempo después

 


Real Madrid 2 – Málaga 1. Se está nublando

enero 27, 2017

1 NAVAS

6 NACHO        5 VARANE      4 RAMOS       12 MARCELO

14 CASEMIRO

19 MODRIC                     8 KROOS

17 VÁZQUEZ            9 BENZEMA          7 RONALDO

22 ISCO X 12

16 KOVACIC X 19

21 MORATA X 9

 

Dos goles de un defensa nos salvaron de un bochorno ante el Málaga en casa. Los tres puntos conseguidos no ocultan la falta de forma de nuestros atacantes, que desde la vuelta de navidad sufren para hacer gol como cochino en San Martín. Ronaldo nada más empezar falló un mano a mano increíble, y el resto de la tarde siguió negado. No obstante, nunca deja de intentarlo, así que los pitos al luso son difíciles de entender. Otro gallo es quien nos canta cuando hablamos de Benzema, prodigio de clase a quien parece que no le gusta mucho esto de jugar al fútbol. Ausente Danilo, todas las miradas estaban puestas en él. Defraudó.

La ausencia de Danilo sobre el verde contrasta con las palabras de Zidane el día anterior, cuando dijo estar «al mil por cien»  con él. Jugó Nacho de lateral derecho y cuando cambiamos a Marcelo por lesión mediada la primera tarde salió Isco para que Vázquez pasase al 2. Encaje de bolillos con tal de no ver a Danilo correteando. Pensé que si se lesionaba otro defensa saldría Chendo a sustituirle.

La peor noticia de la tarde fue la lesión de Marcelo. El lateral lo juega todo porque su suplente es Coentrao, prácticamente inhabil, así que después de jugar partidos durísimos ante Sevilla y Celta en Copa combinados con la liga, se nos rompió. Como el amor, de tanto usarlo. También Modric se retiró con molestias. Siendo fundamental el croata, su baja me parece más fácil de arreglar que la del brasileño. El caso es que un gol en el descuento del Pizjuán hace ahora seis días nos desquició. Veremos cuánto tardan las aguas en volver al cauce… el miércoles, en Vigo, hay una buena ocasión de recención


Real Madrid 1 – Real Celta 2. Frozen.

enero 19, 2017

13 CASILLA

23 DANILO           4 RAMOS    5 VARANE         12 MARCELO

14 CASEMIRO

19 MODRIC                  8 KROOS

17 VÁZQUEZ      7 RONALDO       20 ASENSIO

21 MORATA X 20

16 KOVACIC X 17

9 BENZEMA X 23

El Madrid se contagió del frío siberiano de esta noche de enero y se quedó helado sobre el césped. En ningún momento gobernó el partido de ida de los cuartos de final de Copa. Ahora estamos obligados a ganar de forma holgada en Vigo para pasar la eliminatoria. Evidentemente es posible, pero no apuesto por la remontada. Habría que cambiar muchas cosas en una semana. El Celta no es cualquier cosa: ya eliminó al Atleti el curso pasado en Copa del Rey, y este año dio un buen repaso al Barça en Balaídos, además de poner muy cara su derrota en el Bernabéu. El equipo vigués funciona de maravilla con Iago Aspas a los mandos.

La delantera no mete goles. Es un drama, porque en ella habitan delanteros de nivel mundial, pero Cristiano está crepuscular, cada vez más. Vázquez parece mejor de revulsivo que cuando juega de inicio. Empezamos sin 9 puro (jugaba Ronaldo en el centro) y acabamos sacado dos más:  Benzema que tuvo tiempo para fallar una clarísima ocasión, calcada a la que ya falló en Sevilla hace tres días. Y Morata, que también salió otro poco, tiene el problema que tienen tantos y tantos buenos futbolistas: no es lo bastante bueno como para jugar en el Madrid. Creo que en Copa del Rey Mariano debería haber tenido carrete, pues su entusiasmo es una de las cosas de las que adolece la delantera.

En los dos primeros partidos de 2017 jugaron James (3-0 en casa al Sevilla) e Isco (5-0 al Granada). En ambos partidos jugamos con estos dos jugadores en la posición de media punta, y ambos anotaros sendos pares de goles. También fue Asensio quien marcó el primer gol en la vuelta del Pizjuán. Así, con goles de los  enganches quedó disimulada la sequía de la delantera. Pero ayer no marcaron gol. El Madrid dominó pero no tuvo ocasiones claras. Nunca estuvo cómodo en el partido. Además, cada vez que podía salir cara, salía cruz, como un fuera de juego que acabó en gol o un agarrón clarísimo a Cristiano que no fue sancionado.

Tampoco podemos decir que el Celta mereció la victoria. Jugó su partido, defendiendo bien y aprovechando los errores defensivos del Madrid. No tuvo más ocasiones que los dos goles, y ambas llegaron tras gruesos errores de nuestro equipo. En el primero Danilo abandona su banda  y después Marcelo despeja de aquella manera; y en el segundo Vazquez conduce en exceso y hacia atrás hasta que pierde la pelota y facilita un contraataque claro. Los dos goles duelen, pero quizá más el segundo por producirse justo después de que Marcelo lograse el 1-1.

Tras una racha de victorias que supuso un nuevo record, el Madrid ha perdido dos partidos seguidos. Ante dos buenos equipos, sí, pero las campanas del pasado parecen repicar a duelo mientras ululan los fantasmas de Ancelotti, de Queiroz, de la escarapela gafe… Ay Dios!


Sevilla FC 2 – Real Madrid 1. Buena faena y cogida al entrar a matar

enero 16, 2017

1 NAVAS

5 VARANE      4 RAMOS      6 NACHO

2 CARVAJAL                           14 CASEMIRO                    12 MARCELO

19 MODRIC                  8 KROOS

9 BENZEMA      7 CRISTIANO

El Madrid jugó un partido serio en Sevilla. Estuvo bien plantado en el césped y su portería no pasó apuros. Incluso se adelantó en el marcador. Hasta el minuto 85, nuestro pensamiento era rosa porque con esta victoria en – probablemente – la salida más dificil que nos queda en esta liga, nuestra posición sería ideal, más aún sabiendo que tenemos un partido aplazado. Pero cuatro errores de bulto en los últimos minutos propiciaron un vuelco al partido y a la clasificación. El Sevilla, que estaba a 7 puntos, se colocó a 1. El Barça, que estaba a 5, a 2.

Sorprendió Zidane con un cambio táctico: usó el equema que inventó Bilardo (o eso dice él, más veces de las que le preguntan): colocar un central más y dar así más vidilla  a los laterales, que liberados de obligaciones defensivas pasan a ser carrileros. La cosa funcionó a medias, porque si bien el equipo defendió fenomenal sin pasar apuros, nuestro juego ofensivo se resintió. Cuando Bilardo tuvo esa idea tenía a Maradona en sus filas. Nosotros tenemos a Cristiano Ronaldo, quizá el Balón de Oro más crepuscular que se ha dado en los últimos años. El portugués, que descansó entre semana, comenzó el partido horrible, y aunque luego mejoró algo, siempre dio la sensación de no poder incidir en el resultado. Benzema, a su lado, protagonizó un par de buenas jugadas. La mejor, en el 43, acabó con un fallo tremebundo de Ronaldo. Pero los dos aportaron demasiado poco. Quizá echaron de menos al «enganche». James e Isco faltaban y Asensio no jugó. Quizá hubiese sido mejor alinear al mallorquín de inicio en lugar del insípido Nacho: hubiésemos tenido más mordiente en ataque. Claro que, a todo pasado es mucho más fácil acertar.

El caso es que la cosa iba bien y se puso fenomenal cuando Rico cometió un penalty tan absurdo como claro ante Carvajal. Ronaldo anotó el 0-1 y el Sevilla tuvo que lanzarse a tumba abierta. Era el momento de matar el partido en una contra. Eché de menos ahí a Gareth Bale, nuestro mejor delantero en casos como este. Pero no llegó nuestro gol, sino que llegaron los cuatro errores de bulto cometidos en cadena por Marcelo, Ramos, Benzema y Navas:

Marcelo hace una falta lateral innecesaria, temeridad ante un equipo tan alto como el Sevilla. Sale la falta y Ramos marca en propia puerta con un cabezazo digno del mejor delantero. EL empate era un mal menor, pero nos entraron las dudas y el Sevilla olió la sangre y se lanzó a por la victoria. Inexplicablemente Zidane no utilizó los dos cambios que faltaban para refrescar el equipo. Carvajal saca de banda y Benzemá pierde un balón infame. Jovetic lanza desde su casa y Navas, mal colocado, sólo puede tocar levemente el balón antes de que entre. 41 partidos después, el Madrid mordía el polvo. Nos sobró, como dice el título, el final de la faena.

Sonarán las alarmas porque la clasificación se estrecha. Nuestra posición es peor que hace un rato, pero es mejor que la de nadie.


Sevilla FC 3 – Real Madrid 3. Dicen que nunca se rinde

enero 13, 2017
Solo ante el peligro

Solo ante el peligro

1 CASILLA

23 DANILO       4 RAMOS      6 NACHO     12 MARCELO

8 KROOS     14 CASEMIRO

17 VAZQUEZ                   20 ASENSIO

18 MARIANO      21 MORATA

16 KOVACIC X 18

2 CARVAJAL X 17

9 BENZEMA X 21

La resistencia a la derrota es el rasgo que mejor define al Madrid cuando está bien. Incluso en noches como esta, en la que daba un poco igual perder debido a la magra renta conseguida en el partido de ida (3-0), Benzema se encargó de empatar el partido en el minuto 93. Se mantiene así la racha de partidos sin perder que comenzó en abril del año pasado tras la negra noche de Wolksburgo. Desde entonces hemos jugado bien, mal y regular. Hemos ganado y hemos empatado. Pero no hemos perdido.

La eliminatoria estaba prácticamente decidida antes de empezar este choque. Así lo entendieron los dos técnicos, cuyas peladas cabezas idearon sendos XI de cartón piedra, con notables ausencias. Que el domingo se vuelvan a enfrentar ambos equipos en liga también les ayudó a esta decisión.

El Sevilla salió en tromba, sí, pero su delantera era más de brocha gorda que de pincel. Sus llegadas eran abortadas por Casilla sin serias dificultades. No contaba nuestro portero con que el mayor peligro era la presencia de Danilo en su defensa. Corría el minuto 9 cuando el lateral brasileño consiguió un autogol propio del mítico Predag Spasic. Menos mal que Zidane no sacó también a Coentrao, pues los dos laterales suplentes son quienes más bajan el nivel ahora mismo cuando descansan Carvajal o Marcelo. El gol dio esperanzas a los sevillistas, pero yo pensé que que si conseguíamos empatar antes del 2-0, dichas esperanzas desaparecerían como lágrimas en la lluvia. El primer tiempo acabó con un gran tiro de Kroos que hubiese sido decisivo si llega a entrar, pero se fue por un palmo.

Nada más arrancar el segundo tiempo, Asensio cazó un rechace de Casilla al borde de nuestro área y el mallorquín miró la portería contraria como un preso la puerta abierta de la prisión. Corrió hacia ella durante 80 metros en una carrera que recordó la de Bale con Bartra, aunque en esta ocasión nuestro jugador permaneció en los límites del campo. Se plantó ante el portero y le batió por bajo. 1-1 y el fuego ahora eran cenizas.

El gol relajó al Madrid más de la cuenta y el Sevilla consiguió dos tantos más, el primero del debutante Jovetic, que embocó el primer balón que tocaba; y el segundo por medio de Iborra, en una acción en la que Nacho anduvo algo dormido. Los sevillanos se animaron otra vez (el entrañable pueblo andaluz necesita pocas palmas para bailar), pero seguían a dos goles de la clasificación y apenas quedaban 20′. Se echaron al monte, claro, y dejaron atrás huecos que fueron decisivos. Casemiro se plantaba solo ante el portero cuando le empujaron por detrás. El penalty lo marcó Sergio Ramos «a lo panenka», y la única esperanza que quedó en Sevilla fue la de Triana. Ni siquiera si sacásemos a Coentrao podrían eliminarlos. Y Cherychev no estaba en el banco…

Sólo quedaba al Sevilla un consuelo: ganarle al Madrid. Nadie lo ha conseguido en esta temporada, y los andaluces estuvieron cerca de hacerlo, quizá tanto como en la Supercopa. Pero en el 93′, otra vez, llegó un gol de nuestro equipo. Y fue un golazo, que comenzó con una pared de tacón entre Marcelo y Benzema y terminó con  el francés culminando un slalom increíble. Y es que en estos tiempos la frase del himno del Sevilla «dicen que nunca se rinde» debería sustituir eso de «cuando pierde da la mano».


Real Madrid 5 – Granada 0. Los bajitos al poder.

enero 7, 2017
Isco y Modrid. Los bajitos al poder

Isco y Modric. Los bajitos al poder

1 NAVAS

2 CARVAJAL      6 NACHO     5 VARANE    12 MARCELO

14 CASEMIRO

19 MODRIC                8 KROOS

22 ISCO

7 RONALDO          9 BENZEMA

 

Matiné en el Bernabéu con los regalos de reyes aún nuevecitos. El partido ha sido una sesión de baño y masaje para el Madrid, que en un parpadeo se puso con ventaja en el marcador gracias sobre todo a la debilidad del rival. Desde entonces, se dedicó a sestear y a guardar fuerzas de cara al exigente enero que se nos avecina.

Volvieron a jugar Ronaldo y Benzema, que no lo hicieron contra el Sevilla, e Isco, que apenas jugó 10´. Entre los tres marcaron los cuatro goles del primer tiempo, y quizá su descanso sea una explicación para su buena actuación. El malagueño abrió la lata tras marcar de tiro raso, pero hay que destacar que la jugada comienza en un robo de balón suyo. Otra vez los cuatro centrocampistas y la presión alta nos daban frutos en forma de goles. Y si ante el Sevilla Isco pareció mohino, hoy disfrutó sobre el césped. Marcó el primero y también el cuarto, tras un buen pase de Modric. Cuando ambos se abrazaron celebrando ese gol, me fijé en que son prácticamente igual de altos, o más bien de bajitos. ¡Qué gozada cuando se asocian!. Antes habían llegado el segundo, obra de Benzema, y el tercero, de Ronaldo. En los dos goles la jugada comenzó en los pies de Marcelo, otro bajito autor de un partidazo. Ahora que se cumplen 10 años de su llegada al club, es hora de calorar la carrera que este lateral ha conseguido. Menos espectacular que su antecesor, el gran Roberto Carlos, pero quizá más completo.

Tras el descanso, Zidane quitó a Kroos, que acumula cuatro tarjetas; y también a Isco, que había recibido un patadón en el muslo por parte de un producto de La Massia – corren malos tiempos para la lírica -. Llegó el quinto gol, obra de Casemiro en un corner que a mí me pareció una jugada ensayada, pues hasta cuatro madridistas corrieron en dirección contraria, arrastrando a la defensa granadina. Tan decidido estaba todo que incluso salió un ratillo Coentrao a jugar. Pocos partidos tendremos tan fáciles en esta liga.


Real Madrid 3 – Sevilla 0. Así se estrena una escarapela

enero 7, 2017
La tijera del Modric. Hubiera sido demasiado...

La tijera del Modric. Hubiera sido demasiado…

1 NAVAS

2 CARVAJAL       6 NACHO      5 VARANE     12 MARCELO

14 CASEMIRO

20 ASENSIO      19 MODRIC     8 KROOS    10 JAMES

21 MORATA

22 ISCO X 20

23 DANILO X 10

18 MARIANO X 21

Dado que era el primer partido del año 2017, el Madrid lucía por primera vez en el pecho la escarapela que le acredita como campeón del mundo de clubes. En 2015 también tuvimos el honor de lucirla, y la estrenamos en un bolo infame en Dubai, perdiendo contra el Milán. Esta vez, el escudo no ha podido tener mejor estreno. Victoria en casa ante el equipo de moda de la liga. Con superioridad. Mandando. Dominando. Templando. Rematando faena.

Zidane salió con un XI en el que sorprendían las ausencias de Benzema y, algo menos, la de Isco. El mister francés daba bola a James, del que lo último que sabíamos es que «no aseguraba su continuidad en el club». El colombiano ha salido esta noche altamente reforzado del coliseo de La Castellana, con dos goles en su haber y varias ovaciones en la buchaca, producto sobre todo de lances en los que se tiró al suelo a rebañar un balón. Y es que en el Bernabéu se premia la entrega por encima de la clase. Y cuando van juntas, no digamos.

Pero la explicación del buen partido del Madrid no se explica sólo con el partido de James, sino más bien con la ausencia de los 3 delanteros a los que nos obliga la BBC. Cuando quitas uno de arriba, da igual quien sea, y sale un centrocampista más, el equipo gana empaque y domina los partidos. Si además los cuatro del medio se afanan en defender y suben la presión hacia, casi, el área rival, es muy difícil superarnos.

Fijaos en el primer gol. Es un golazo de James, producto de su magnífica pierna zurda que coloca con precisión el balón junto al poste izquierdo de Rico; pero viene precedido de un robo de balón extraordinario de Casemiro  en la zona de tres cuartos. Fuerza y precisión. Garra y clase.

Pronto llegó el segundo, en un cabezazo de Varane tras un corner que sacó Kroos. Hay que ver, la cantidad de goles que marcamos a balón parado cuando el alemán es quien lo saca. Con el 2-0 el Sevilla se vio obligado a estirarse porque la eliminatoria empezaba a parecer decidida. Hubo un penaltito de Carvajal a Iborra, a quien su corpachón le alejó de la posibilidad de que fuese sancionado el penalty. Quizá también fue la fisonomía de Modric la que hizo que, en una jugada parecida, el trencilla sí que pitase la pena máxima. Mariano le empujó y el croata se despeñó. James marcó el penalty con la frialdad de los buenos de veras.

Acababa así un gran primer tiempo, en el que la mejor jugada no llevó premio. Fue un remate de tijera de Modric se lamió el poste antes de irse fuera. Si llega a entrar, creo que el partido se hubiese detenido y el pequeño gran croata hubiese tenido que dar una vuelta al Bernabéu, como los toreros buenos.

En el segundo tiempo no pasó casi nada. Zidane movió algo el banco y nos sirvió para comprobar que Isco esperaba ser titular, pues salió mohino; y que Mariano no se si es mejor o peor que Morata, pero ambos representan a la perfección las máscaras del teatro clásico: la comedia y el drama. El madrileño se atormenta si no marca y el badalonés/dominicano/lo que sea parece El Cordobés cuando debutó: enfermería o puerta grande es su divisa.